17. Ten paciencia con lo que dicen (¡oh, Muhammad!) y recuerda a Nuestro siervo David, quien había sido dotado de fortaleza física (para adorar a Al-lah y de un buen conocimiento de la religión) y siempre se volvía a Al-lah en arrepentimiento (y en todos sus asuntos buscando Su complacencia).
18. Hicimos que las montañas Nos glorificaran con él al anochecer y al amanecer,
19. y que las aves se agruparan (en el aire para glorificarnos con él). Todas le obedecían (y se unían a él en sus alabanzas).
20. Y fortalecimos su reino y le concedimos sabiduría y capacidad para juzgar.
21. ¿Te han llegado noticias de los dos litigantes que treparon la pared del templo (hasta llegar al santuario donde se hallaba David)?
22. Cuando entraron (de improviso) donde estaba David, este tuvo miedo de ellos. Le dijeron: «No temas. Somos dos litigantes. Uno ha sido injusto con el otro. Juzga entre nosotros con verdad y justicia, y guíanos hacia lo correcto».
23. Dijo uno de ellos: «Este es mi hermano (en religión) y posee noventa y nueve ovejas, mientras que yo solo tengo una. Él me dijo que se la confiara y me convenció con sus palabras».
24. David replicó: «Ciertamente, ha sido injusto contigo pidiéndote tu oveja para sumarla a las suyas. Y son muchos los socios que se aprovechan unos de otros, salvo quienes son creyentes y obran con rectitud, aunque estos son bien pocos». Entonces David creyó que Al-lah lo había puesto a prueba. Pidió perdón a su Señor y cayó postrado ante Él arrepentido (por haberse apresurado a emitir un juicio antes de escuchar lo que el otro litigante tenía que decir).
25. Y lo perdonamos por ello. Realmente, obtendrá una posición privilegiada cerca de Nos y un buen lugar de retorno (en el paraíso).
Corán, 38.