Hay entre los hombres quienes dicen: «Creemos en Dios y en el Último Día», pero no creen. Tratan de engañar a Dios y a los que creen; pero, sin darse cuenta, solo se engañan a sí mismos. Sus corazones están enfermos y Dios les ha agravado su enfermedad. Tendrán un castigo doloroso por haber mentido.
Corán, 2, 8 al 10.