Ni obedezcas a aquel a quien le hemos sellado el corazón

28. Sé paciente en compañía de los (pobres) que invocan a su Señor mañana y noche buscando (solo) Su complacencia (sin desear los bienes de esta vida). No desvíes tu mirada de ellos deseando el encanto de la vida terrenal, ni obedezcas a aquel a quien le hemos sellado el corazón (por rechazar la verdad) y no Nos glorifica, y sigue (además) sus pasiones; ese cuyas acciones son en vano (y lo conducirán a la perdición).

29. Y di (a tu pueblo, ¡oh, Muhammad!): «(Lo que os he traído —el Corán—) es la verdad procedente de vuestro Señor. Quien quiera creer en él, que lo haga y quien quiera, que lo desmienta». Ciertamente, hemos preparado para los injustos (que lo rechacen) un fuego que los cercará como una muralla (y del que no podrán escapar). Y si imploran ayuda (por la sed que padecen), serán socorridos con un líquido espeso y ardiente que les abrasará la cara. ¡Qué pésima bebida y qué pésima morada!

30. Ciertamente, no dejaremos sin una buena recompensa a quienes crean y obren rectamente.

Corán, 18.